Imagina una gran cadena con miles de eslabones. Esta cadena tiene los dos extremos unidos, es decir tiene forma circular. Esta cadena, además, está girando en el aire a una velocidad constante, no muy veloz pero tampoco lenta, digamos que en un perfecto equilibrio. Ahora responde a una sencilla pregunta: ¿Qué pasa si un eslabón se suelta? O, peor aún, ¿qué pasa si cada uno de los eslabones está oxidado y rápidamente se desgastan todos hasta no resistir más? Pues exactamente lo mismo está pasando con nuestra naturaleza. Porque en nuestro mundo no existe nada que no esté conectado con algo más y ese algo más con otra cosa. Lo estamos destruyendo todo como si todo fuera para siempre, como si agotarlo no representara un desequilibrio. Nuestro planeta es lo único que tenemos, y es de todos, solo que existen algunas personas que se creen dueños de él y hasta de nuestras vidas decidiendo a cada instante nuestra suerte. ¿No es hora de que cada uno decida qué quiere para este mundo que es el hogar de todos? ¿No es hora de que desaparezca el egoísmo y el consumismo para vivir en comunión y conservación? ¿No es hora de aunar esfuerzos e inteligencia para dar un paso evolutivo en la historia de la humanidad y así poder vivir por siempre? ¿No es momento de usar nuestro cerebro para cuidar, crear y recrear en vez de solo destruir?
En el documental del día sábado pudimos ver que sí existen formas de conservar nuestro mundo. Contamos con la inteligencia, la tecnología y hasta el dinero. ¿Por qué tú crees que a pesar de todo ello no se dan estos cambios que tan necesarios son? ¿Qué crees que hace falta para cambiar nuestro mundo de una vez y para siempre?